viernes, 16 de agosto de 2013

Diario 1 --- David Rubinowicz / Diario de un niño Judío



David Rubinowicz
Diario de un niño judío



Las aldeas de Krajno y de Bieleny, los villorios de Bodzentyn y Suchdeniow y las restantes localidades que menciona este diario, están situadas en la starostie  (división territorial de la Polonia de anteguerra) de Kielce. Durante la ocupación nazi Kielce perteneció al distrito de Radom que abarcaba tres ciudades autónomas: Radom, Kielce y Czestochowa. Sobre el territorio de este distrito, cuya superficie aproximada es de 25.000 km2, vivían según los datos del censo del 10 de marzo de 1940 – 2.726.516 habitantes, de los cuales más de 360.000 eran judíos. Solamente en el starostie de Kielce vivían- según informes que recogió el invasor en 1941 - cerca de 33.000 judíos. El distrito de Radom  era uno de los cuatro distritos – Varsovia, Cracovia, Lublin, a los que se agregó en agosto de 1941 el distrito de Lemseus - del Gobierno General: creados sobre el territorio ocupado Polonia por un decreto que Hitler promulgó el 12 de octubre de 1939.
Antes de la Segunda Guerra Mundial y hasta 1942, vivían en la comunidad de Krajno 7 familias judías y en las comunidades circundantes, dos en Beczow, 3 en Gorno, 2 en Wola Jarochowa. En las dos aldeas de Bieleny vivían en total 79 pobladores judíos.

David tenia 12 años cuando comenzó a anotar sus primeras impresiones en su cuaderno de escuela.  Tenia doce años y el derecho a todo aquello que los niños de su edad siempre han tenido; es decir, comida suficiente, condiciones higienicas para su desarrollo, estudios unas veces agradables, otras agobiantes; juegos con los amigos, lectura de libros predilectos; un poco de cariño, pequeñas alegrias y pequeñas tristezas; a veces un castigo, y en otras una dicha mayor.

Tales exigencias no son demasiado y una niñez así con dificultades podría llamarse particularmente feliz.  Simplemente, una niñez normal.

Esta sencilla infancia fue borrada por una de las mayores barbaries que ha conocido la humanidad. 

David Rubinowicz, como millones de niños mayores o menores que él, fue asesinado únicamente porque nacío judío.

Seguramente los padres del pequeño David querían para él lo que todos los padres del mundo - independientemente de su nacionalidad, el color de su piel, la latitud geográfica que habitan, las condiciones de su existencia – desean para sus hijos: buena salud, un carácterrecto y seguro, un poco de felicidad y la esperanza de un porvenir mejor.  Pero sucede que los Rubinowicz no pudieron dar a sus hijos nada de esto.  Unica y exclusivamente por haber sido judíos.

La familia Rubinowicz no era muy rica.  Hoy nadie recuerda en Krajno la fecha en que llegaron de Kielce a esta aldea cerca de Bodzentyn.  En todo caso, debe de haber pasado mucho tiempo antes de que los nazis invadieran Polonia.  Se sabe que Josek, el padre de David, poseía en Krajno un pedazo de tierra que vendió para construir una pequeña lechería, donde habitaba junto con su familia en un pieza con cocina.  Los Rubinowicz llevaban la misma vida de los campesinos y se vestían como todos los de allí.

Los recuerdos de quienes los trataron coinciden: a los Rubinowicz se les respetaba por su honradez, por su decencia y por su bondad.  Hasta hoy se cuenta en Krajno que la madre de David, Tauba Rubinowicz, durante muchos años ayudó a los enfermos y curó sus heridas.  En la aldea no había ni siquiera una enfermera y parece que Tauba tenía un botiquín con vendas, aspirinas, yodo y toda clase de pomadas.

David asistía a la escuela primaria de Krajno y en juino de 1939 terminó los estudios de sexto grado y pasó a estudiar su último grado de estudios de primaria.  Los archivos escolares conservan sus excelents calificaciones.

El diario de David consta de cinco cuadernos con cubiertas encarnadas (uno de estos cuadernos perteneció a su hermana, cuyo nombre se lee en la portada)  Las notas del año de 1940 abarcan apenas 8 páginas y media.  Están escritas con letra no muy experta todavía, pero de manera limpia y cuidadosa.  Estas notas son lacónicas a la manera infantil; la redacción conmueve por su sencillez.  Pero muestran a un niño atento, sensible e inteligente.

Las notas de 1941 ocupan cuarenta y cinco páginas del cuaderno con una escritura mas desenvuelta.  Su lenguaje es simple, tipicamente polaco de provincia, con los giros característicos del habla campesina de la region de Kielce pero con buena ortografia y puntuación.

Hay en estas notas concisas y desprovistas de toda exaltación, mas de lo que David apuntó en su relato.  Aparece con nitidez el mecanismo de la máquina hitleriana. Se ve de qué manera los garfios de la injusticia se estrechan cada vez más en torno de estos seres privados de todos sus derechos por medio de la violencia y la maldad.

En la pasta de sus cuadernos, aparece un sello en tinta roja con la inscripción “D. Rubinowicz.  Bodzentyn, Calle Kielecka No. 13”.  Probablemente David, para distraerse o quizá con el deseo de olvidar aquello que vivía, se fabricó este pequeño sello en corcho o en madera.  De no ser por ese sello tal vez el diario hubiese permanecido anónimo.

Cuando el niño comienza sus apuntes en 1942, dibujó una viñ  b     eta mas hermosa que las anteriores.  Seguramente no podía prever que ese mismo año, terminaría su vida.

Las anotaciones correspondientes a los cinco primero meses de 1942 comprenden 63 paginas.  Las últimas hojas del quinto cuaderno están arrancadas.  Es probable que David haya proseguido su Diario durante el último verano que le tocó vivir.  Vivió seguramente hasta mediados de septiembre, cuando en la gran plaza de Bodzentyn se ordenó a todos los judíos que se preparasen para el viaje.

Junto con sus parientes, David caminó hacia las puertas de la muerte.  Los nazis disparaban contra los que trataron de encontrar en la huida la única salvación.  Los gritos de los guardias, los ecos de los golpes, los gemidos de los condenados, el ladrido de los perros, esta música típicamente htleriana de extermilnio, acompañó diariamente a los judíos que marchaban hacia la estación de Suchedniow.  Algun tiempo despues los empujaron en vagones para animales y los llevaron hasta el último viaje.

Nunca sabremos cómo fueron los últimos momentos de David, no lo que pensó o sintió frente a la muerte.  Pero seguramente su entereza lo acompañó hasta el final tal y como nos los muestra en la descripcion de su vida.  Recordemos cuando David lee el vergonzoso aviso contra los judíos, tratando de superar su humillación. El momento cuando en la víspera de abandonar su casa salió al patio para que nadie se diera cuenta que lloraba.  Cuando corre delante de la carreta para ocultar nuevamente sus lágrimas.  Al tratar de no compadecerse ni lamentarse, queriendo transmitir fuerzas a sus padres y lo encontramos preocupado por la desdicha ajena y por las personas que poco conocía.

Este niño sufrió todos los infortunios y aunque no hizo ningun mal lo expulsaron de la sociedad junto con su familia.  No hay medida para sus sufrimientos y aun asi, este pobre y sencillo muchacho no sentía odio por sus perseguidores.
Según las leyes de sicologia, los horrores que atravezó David debían haber matado en el todo el sentimiento humano, hacerlo indiferente para tod lo que no fuera su propia seguridad, pero el niño triunfó sobre esa prueba a la que muchos hombres sucumbieron.
David no pedia venganza, no acusaba siquiera, su Diario es una de las acusaciones mas dramáticas, mas implacables contra el régimen nazi que asesinó a millones de seres como los Rubinowicz.

Año 1940
21 de Marzo de 1940
Esta mañana caminando por nuestra aldea, vi de lejos un nuevo aviso fijado en las paredes de la tienda y me acerqué para leerlo. Decía que de hoy en adelante los judíos no podrán viajar en carreta.  El viaje en tren está prohibido hace mucho tiempo.

4 de Abril de 1940
Me levanté temprano para ir a Kielce.  Salí después del desayuno.  Es triste andar a solas por el campo.  Llegué cuatro horas mas tarde.  Al entrar en casa de mi tío, vi a todos muy tristes y supe que muchas calles estaban prohibidas para los judíos y que se les ordenó dejar sus casas y concentrarse en una parte de la ciudad.  La noticia tambien me entristeció.

5 de agosto de 1940
Ayer el guarda forestal de la comunidad dijo al alcalde que todos los judíos debían registrarse en el ayuntamiento.  Permanecimos varias horas allí, mientras se elegía al consejo de ancianos.

Los judios de catorce a sesenta años fueron obligados a trabajar para los invasores.  El 28 de Octubre de 1939, el gobernador general, Hans Frank, ordenó la creación de consejos judíos que,particularmente en las grandes ciudades, cumplían docílmente las exigencias de las autoridades de ocupación.  Dadas las condiciones naturales del campo, la integración de estos consejos se llevó a cabo con retraso en las comunidades rurales.

12 de agosto de 1940
Desde el comienzo de la guerra, estudio solo, en casa. Cuando recuerdo el tiempo en que iba a la escuela, me dan ganas de llorar. Ahora no puedo salir a ningún lado. No tengo aliento para nada pensando cuántas guerras hay en el mundo, a cuánta gente matan todos los días las balas, los gases, las bombas, las epidemias y todos otros enemigos de la humanidad.

1 de septiembre de 1940
Hoy hace un año, comenzó la guerra. Recuerdo todo lo que sufrimos desde entonces. Antes  cada uno tenía una ocupación; eran pocos los que se hallaban sin trabajo. Hoy, noventa por ciento está sin hacer nada y sólo el diez por ciento trabaja.  Como nosotros que tuvimos una lechería y sólo nos quedan algunas provisiones anteriores a la guerra. Cuando se acaben, no sabremos qué hacer.

Año 1941
1 de abril de 1941
En la mañana, cerca de las 10, vino uno de Kielce y dijo que desde hoy habrá un barrio reservado a los judíos. Me entristeció tanto la noticia que  no pude calmarme en todo el día. Hoy mismo, los judíos que tienen parientes fuera del barrio, abandonaron Kielce para reunirse con sus familiares. Casi todos los nuestros están allá. ¿Qué van a hacer ahora?...La carestía será tan grande como lo es ya en todas las ciudades donde existen esos barrios.  El tío llegó hoy para que mi padre le aconseje qué debe hacer.  Le ha dicho que venga a vivir con nosotros.  De modo que fue a buscar sus cosas.

2 de Abril de 1941
Durante todo el día pasaron carretas llenas de muebles y trastos.  La quente que viaja en ellas, llora con gran abatimiento.

3 de Abril de 1941
Por la tarde conversabamos con el tío, cuando llegó el otro tío y pensé cómo haaremos para darles lugar.

23 de Abril de 1941
Vino a vernos un muchacho escapado del gueto. Dijo que un pan negro de dos kilos vale once zlotys; un kilo de papas, un zloty y medio, y así todos los precios. ¡Cuánta gente debe morirse de hambre o debe comer sobras que les causarán enfermedades, males capaces de provocar la muerte!

14 de mayo de 1941
Estamos a mediados de mes y no han comenzado los trabajos del campo. Todo encarece diariamente. El pan vale 10 zlotys. El aumento es tan rápido que a veces ni con dinero  pueden hallarse víveres. Esto, si continúa, será peor que en la guerra.

25 de mayo de 1941
Hace calor desde la otra semana. Los trabajos de primavera ya van a terminar. Pero los alimentos están sumamente caros. Cientos de personas mueren de hambre y hay miles que no tienen ni para comer una vez al día. Casi a diario recibimos cartas que solicitan víveres.¡Cómo vamos a enviárselos! No podemos comprarlos siquiera para nosotros mismos.

17 de junio de 1941
Vino a vernos Zelman, el de la calle Poludniowa. Contó que alguien llegado de Bieleny le dijo que escondiera toda la ropa de lujo, pues los gendarmes van a volver. Rápidamente ante Zelman, escondimos nuestras mejores cosas. Me asomé varias veces y no los vi venir. En la aldea el pánico era tan grande como si se esperara a los bandidos. De pronto, llegaron los gendarmes; buscaron en una casa y salieron poco después. Cuando se acercaban a la nuestra, creí que el corazón me iba a saltar del pecho. Estaba seguro de que vendrían: gracias a Dios, no quisieron entrar. Nos aterra pensar qué hubiera sido de nosotros. Al volver, pasaron nuevamente de largo….Los seguí para ver a dónde iban, y regresaron a la casa donde comenzó su inspección.  No alcncé a ver si se llevaban algo.  Más tarde pedí a mi primo que fuera a Bieliny en su bicicleta para llevarles alimento a mis padres.  De vuelta a casa, tomé algo y fui a cuidar a la vaca para que mi hermano pudiera comer.  Llegó mi hermana y dijo que todos venían ya en camino.  La noticia me dio mucha alegría.  Poco después llegaron con el primo que se encontró con ellos en la carretera.  Sentímos un enorme júbilo de verlos otra vez.  Papá nos informó de todo con detalle.

18 de Junio de 1941
Ayer no anoté que, según un amigo mio, detuvieron a todos.  Pero han vuelto, gracias a D os.  Me siento un poco reconfortado.  Sin embargo, no sé cuando me recuperaré de las impresiones que he recibido en estos días

22 de junio de 1941
No amanecía, cuando papá nos despertó y escuchamos un ruido terrible que llegaba del noreste con tal fuerza que hacía temblar el suelo. Durante todo el día se escuchó aquel estruendo. Por la tarde, los judíos que llegaron de Kielce revelaron el origen del ruido: Rusia declaró la guerra a los alemanes.

24 de Junio de 1941
Estabamos conversando, y de repente se oyó el sonido de unos aviones.  Minutos después, supimos que el cuartel de Bukowka estab siendo bombardeado.

26 de Junio de 1941
Las detonaciones continuan y por momentos se escuchan mejor.  Hace dos semanas que no llueve y si esto sigue así, todo se marchitará.  La sequía llegó a tal grado que es imposible andar por la carretera de tanto que ahoga y quema el polvo.

29 de junio de 1941
Hoy no se oyen disparos: de vez en cuando se escucha un trueno.  El viento del norte trajo una nube cargada de lluvia.  Las gentes, los animales y las plantas esperaban con avidez la caída del agua.  Llovió mas de una hora, pero fue poco para esta tierra sedienta.

10 de julio de 1941
Vivimos malos tiempos. Cada hora es más dificil que la anterior. Siempre tuvimos bastantes provisiones y hoy es dificil adquirir comida del día. Continuamente alguien viene a pedir. Todos quieren comer; así de grande es su necesidad.

16 de julio de 1941
Hoy tuvimos una aventura interesante en el bosque. Desde temprano, recogíamos vainas de mirtilos; cuando teníamos casi lleno el recipiente el bosque se cubrió de una niebla muy densa y comenzó a llover. Volvimos a toda carrera, pero nos mojamos de tal forma que fue necesario cambiarse de ropa.

3 de Septiembre de 1941
El comisario avisó casa por casa: mañana tendremos que trabajar.

4 de Septiembre de 1941
A las ocho de la mañana fui al trabajo, acompañado de otros chicos.  El guarda forestal ordenó que otro muchacho y yo ayudásemos al albañil.  No ere un trabajo duro, pero me aburrí mucho. Cuando terminamos, el secretario del ayuntamiento ordenó que regresáramos el día siete.

Hans Frank estableció el 29 de octubre de 1939 el trabajo obligatorio para toda la población judía. Otra órden del jefe de SS (tropas de asalto de la Wertmatch) Friederich Kruger, también comandante de la policia del Gobierno General, impuso el 11 de diciembre de 1941, el trabajo obligatorio a los judios de 12 a 60 años de edad y definió el modo de organizar estas labores y las sanciones que castigarían toda desobediencia a sus mandatos.  Por eso, el pequeño David, nacido el 27 de julio de 1927, se vio obligado a trabajar para los nazis, barriendo, con otras personas, la nieve que obstruía los caminos y reparando el edificio municipal de Gorna.

7 de Septiembre de 1941
Volvimos al trabajo. Me tocó estar con el grupo que limpió y enyesó la cárcel del la comunidad.  Terminamos pronto y volvimos a casa.

15 de Septiembre 1941
Como era día de fiesta judía, fuimos a Gorna para rezar nuestras oraciones.  Llegando, nos dijeron que había alemanes en la aldea.  Minutos después los alemanes ordenaron a los judíos que se pusieran a trabajar.  Al ver a los alemanes, varios hombres huyeron; se ocultaron tras un muro y uno se escondió en la azotea.  Una mujer los delató. Cuando mi tío volvió a su casa, le dije que se cambiara de ropa para no ser reconocido, pues los alemanes se dieron cuenta de su huìda.  Sin embargo, llegaron sin identificarlo y preguntaron dónde se hallaban los demás.  No encontraron a nadie, yl en venganza, dicidieron suspender nuestras oraciones.  A mi padre no lo molestaron, ya que su enfermedad lo tiene exento de cualquier trabajo.  De vuelta a casa, nos contaron que los gendarmes habían estado en Kielce para exigir contribuciones.  Si el campesino no pagaba, lo llevaban a la cárcel,  le quitaban sus vacas.


1 de noviembre de 1941
En Kielce se fijaron carteles para avisar que toda persona que salga del gueto lo hará bajo pena de muerte. Hasta ahora se podía salir o entrar libremente. Estos avisos se publicaron en todas las ciudades del Gobierno General, como se llama ahora una parte de la antigua Polonia.

En efecto, el 15 de octubre de 1941, Hans Frank expidió un decreto, que entró en vigor el mismo día de su proclamación, a fin de impedir que los judíos abandonaran el ghetto.  La transgresión se castigaba con la muerte.  Los casos de judíos asesinados por los nazis, que se relatan a continuacion en este Diario, son fruto de tales ordenanzas.

28 de Noviembre de 1941
El cartero nos entregó un documento que impone multa de 150 zlotys porque el 2 de septiembre dejamos que un judío trabajara en nuestro molino.  Enseguida, el alcalde y el secretario vinieron a destruir la piedra de moler y levantaron un acta alegando que el hombre era del ghetto.  La multa debía pagarse hoy.

5 de diciembre de 1941
En mi camino de regreso, me encontré a mi hermana que iba a pedir prestados los 150 zlotys del impuesto.

12 de diciembre de 1941
Ayer por la tarde fui a Bodzentyn para curarme las muelas, y me quedé toda la noche allí.  Hoy, muy temprano, vinieron los gendarmes.  En la carretera hallaron a un judío que salía de la ciudad y lo mataron a balazos sin ninguna razón. Mas adelante, asesinaron a una mujer por el solo delito de ser judía.  Yo, de regreso a casa, tuve miedo de toparme con los gendarmes, pero felizmente no ocurrió así.
21 de diciembre de 1941
Fui de nuevo a Bodzentyn, y el dentista terminó de curarme.  Cuando regresé a casa, papa había ido a Kielce a buscar la harina para abastecer a la comunidad.  Regreso muy entrada la noche sin la harina, porque el caballo se canso y debió dejarlo a tres kilometros de aquí.  Hasta mañana irá por el.

23 de diciembre de 1941
Mi padre alquiló una carreta para traer la harina.  Hice una lista y comenzamos a distribuirla.

26 de diciembre de 1941
Mientras se vestía papá, le avisaron que un gendarme lo esparaba en la tienda.  Nos asustamos mucho por ignorar el objeto de este llamado.  En estos tiempos, uno puede ser detenido sin ninguna razón.  Minutos mas tarde regresó papa y me ordenó avisar a cinco judíos que el gendarme los esperaba en la tienda.  Iba con ellos hacia allá, cuando nos encontramos a mi padre.  Dijo que había una órden para los judíos: entregar todas la pieles que tuviesen, aun los trozos mas pequeños.  Los cinco que estaban con nosotros responderían por los demas.  Si alguien esconde una piel, será condenado a muerte y todas las pieles deben ser entregadas antes de las cuatro de la tarde. Las colocamos en dos bolsas y las llevamos a casa del campesino que las debe entregar. Mi padre estuvo en Kielce donde se enteró de la orden publicada el dia anteior.

El 24 de diciembre de 1941 el jefe de la Policia de Seguridad Eberhard Schongarth, por instrucciones del Reichfuhrer Himmler, giró una orden a los comandantes de la SS y de la policia en los cinco distritos para que confiscaran rápidamente todas las pieles en posesión de los judíos, advirtiendo que todo aquel que ocultase una pieza sería fusilado.
La derrota del ejército alemán en los alrededores de Moscú, la vigorosa contraofensiva soviética, el fracaso de la guerra relámpago contra la URSS y el deseo de proteger a la Wermatch de los rigores del invierno, originaron el saqueo total de las pieles pertenecientes a los judíos de Polonia ocupada.

28 de diciembre de 1941
Vinieron dos judios de Bodzentyn y nos informaron que habia dos nuevas victimas muertas a balazos el dia de navidad; otra vez sin ninguna justificación.  No pasa un día sin malas noticias.  Dijeron también que en otro pueblo cinco judios fueron asesinados bajo el cargo de esconder pieles.  Cada dia hay nuevas muertes: fusilan a los que se aventuran a salir del ghetto.  En estas terribles condiciones los dias están llenos de angustia y de terror.

29 de diciembre de 1941
Por la mañana, fui con mi hermano a moler un poco de trigo en casa del vecino. Estábamos moliendo cuando llegó un granjero y dijo que una comisión de control venía a visitar todas las casas del pueblo y a comprobar la exactitud de las declaraciones anteriores. Hace un mes se levantó el inventario del ganado y si ahora encuentran más animales de los que consta en la lista, los tomarán para el contingente. En caso de que falte un animal, levantarán un acta. Vendimos una vaca seguros de que no estaba en la lista; pero constaba en la declaración, y al no encontrarla empezaron a pegar de gritos: “Que dónde está la vaca; que no tienen derecho a venderla”; y entonces mi padre respondió que no sabía que estaba prohibido, que ésto y lo otro. Pero de todos modos quisieron levantar el acta inmediatamente. Por la tarde, el alcalde me mandó a decir que le llevara azúcar. No lo hice. Por la noche, el alcalde vino a ver a mi padre porque los inspectores querían hablarle. Cuando salió mi padre, se lo llevaron en un trineo. No supimos a dónde se lo llevaron ni para qué.
Mamá salió a la puerta de la casa, pero ya se habían ido y no pudo alcanzarlos. Nos quedamos con el corazón angustiado, pero ¿qué podíamos hacer? Cada dos minutos mer asomaba al camino para ver si no volvía.
Pero nadie venía, y después ví que mi hermano llegaba, y me dijo que ya habían soltado a papá. Papá llegó minutos después; el alcalde le había dicho que regresara. Pero los inspectores se opusieron. Finalmente lo dejaron regresar después de darle una buena tanda de palos. Al caer la noche , el alcalde regresó y le dijo a mi padre que fuera a una granja en donde precisamente estaban los del control. Mi padre no fue, sólo mi madre; pero esto no sirvió de nada, pues le dijeron que volviera al día siguiente.



Año 1942
12 de enero de 1942
En la mañana fui a barrer nieve de la calle. Entré para recalentarme y llegó el suplente del alcalde a decir que había leído la orden de expulsión. Los deportados no podrán llevar nada consigo. No sabemos qué nos espera. Cuando llegó papá, comenzamos a envolver la ropa que no es muy necesaria. La ocultamos en casa de unos vecinos, de modo que no la encuentren si nos expulsan repentinamente. Papá quiso vender todos los muebles, pero no encontramos comprador. Querían darle la mitad del precio y papá dijo que es preferible dejarlo todo, antes que venderlo en esas condiciones. El aviso no especificaba el sitio de la deportación. Por la tarde, llegó un campesino  a comprar el armario. Ofrecía 250 zlotys y no quisimos venderlo porque ahora vale el doble.

13 de enero de 1942
Mi padre fue a Kielce para averiguar sobre la deportación.  Al volver, dijo unicamente que hoy habrá sesión de todos los consejos de ancianos judíos del distrito y se designará en qué sitio de esta u otra aldea se va a organizar el ghetto.

14 de enero de 1942
Me encontré con una amiga nuestra quien dijo que su sobrina habia dicho que la deportación se aplazó hasta el mes de mayo.  Volví a casa con la buena noticia que, naturalmente nos dio mucha alegría.

15 de enero de 1942
Desde la ventana vi la carreta llena de gendarmes que se detuvo cerca de nuestra casa. Entraron para ordenar que limpiáramos de nieve las calles. Pero no lo sabíamos y pensamos que nos llevarían Dios sabe a dónde. Mi hermano, mi tía y yo nos separamos en la aldea y nos alejamos, en vista de que los gendarmes seguían parados frente a la tienda. El tío, mamá y la abuela fueron a trabajar. Yo me quedé en casa de un vecino hasta que se alejaron los gendarmes…. Hice mi propio almuerzo y cuando terminé vi a un gendarme que estuvo en nuestra casa. Escapé, pensando que vendría por nosotros. Ya en el campo, decidí que lo mejor era ocultarse en otra aldea, mientras pasaba el peligro. Me di cuenta de que el gendarme iba en la misma dirección. Me había visto; ya no podía escapar. Me abandoné a la buena de Dios y sólo me quité el brazalete con la estrella de David para que al menos no me reconociera a distancia. Cuando llegué a la otra aldea, estaba tan asustado que temía un colapso. En el extremo de la aldea vi de nuevo al gendarme, que en realidad no me había visto y llevaba otro camino. Todos pueden imaginar mi angustia y miedo. Al serenarme, volví a casa. Alguien me dijo que todos los judíos estaban barriendo nieve, y el carro de los gendarmes seguía frente a casa. Un muchacho me aconsejó que huyera porque los alemanes rondaban las calles. Me refugié con un vecino que al principio se negaba a aceptarme. Cuando se fue el carro, todos nos reunimos en casa para contar lo que cada uno vivió. Los gendarmes preguntaron por nosotros a mamá, sin insistir más tarde. Supe que se llevaron a un judío y encarcelaron a dos más, exigiéndoles 100 zlotys para dejarlos libres. El alcalde pagó la fianza. Me vestí para saber que había pasado con el primer judío. Lo ataron al trineo y tuvo que correr a toda velocidad. Quizás lo hayan matado, quién puede saberlo. ¡Cuántos enemigos acechan a las inofensivas liebres! Muy tarde, llegó mi padre con la harina de la racion correspondiente a Enero.

18 de Enero de 1942
En la noche vino a pedir consejo el padre del prisionero.  ¿Qué le podría aconsejar papá? En la tarde entré en la casa del padre del muchacho. Todos lloraban; lo comprendí enseguida. Hice algunas preguntas y se que lo enterraron en un bosque.  Atado al trineo, ya no tenía vigor para correr y lo arrastraron y le dieron muerte. Conté esto en casa.  Se pueden imaginar lo que cada pensó.  Al anochecer vino el alcalde.  Papá le ofreció vodka y bebieron para quitarse el frio.  El alcalde dijo que era necesario exterminar a todos los judios porque eran  enemigos…

19 de Enero de 1942
Desayunamos y fui con mi hermano a moler un poco de centeno.  De vuelta, nos encontramos cerca de casa a los judíos que barrian la nieve, vigilados por el guarda que nos ordenó ponernos a trabajar hasta que el alcalde volviera de la ciudad.  Después nos ordenó que nos enfilaramos en parejas con las palas al hombro y marcháramos cuesta arriba.  Era orden del alcalde y teníamos que obedecer.  Nos llevó hasta la cima, donde el frío y la borrasca son mas fuertes, y nos obligó a trabajar hasta el ocaso.  El, por su parte, buscó refugio bajo techo.  Llorando de frío, permanecimos allí hasta la puesta del sol, hasta que el guarda nos ordenó marchar en fila. Llegamos y era de noche y el guarda nos impedía volver a casa.  Mucho tiempo después nos dejó libres, pero nos exigió volver al trabajo en las primeras horas de la mañana.

9 de febrero de 1942
Fueron a registrar las cases de la otra aldea…. Papá volvió de Kielce al tiempo que la comisión y el alemán entraban a la casa. El registro no fue muy severo.
De salida, nos pidieron dos pollos y un frasco de vodka. Así pasan los dían , entre sustos y miedos.

12 de febrero de 1942
Sin que nadie lo ordenara, limpiamos la nieve que cubría la carretera. Vi al guarda de la comunidad que llevaba unos carteles para el alcalde. Dos horas después, ya estaban pegados. No eran avisos sino caricaturas de judíos. Representaban a un judío que molía carne y la mezclaba con rata. Otro echaba cubos de agua a la leche. En el tercer dibujo había un judío preparando la pasta de harina con los pies llenos de gusanos, Todo esto se llamaba: “El judío es un bribón y es tu único enemigo.” Y abajo estos versitos:

“Observa este dibujo atentamente:
si crees que el judío no ha hecho nada,
mezcla leche con agua suciamente;
la carne que te da la hace de ratas,
y la harina del pan agusanada
la revuelve el judío con sus patas”

A la gente le hizo gracia tal estupidez. Todos reían mucho por esto. Me duele la humillación en  la que tienen que vivir hoy los judíos. Dios permita que esta vergüenza acabe lo más pronto posible.

Durante el tiempo de duró la ocupación, los nazis emplearon una propaganda tramposa para inducir a los polacos al odio antisemita.  De este modo, desviaban su atención, pensando ingenuamente que el diezmado y el perseguido pueblo polaco no se daba cuenta de que su real y verdadero enemigo era el ejército de Hitler.  Con tales fines, organizaron exposiciones fijas y ambulantes sobre el tema: los judíos: peste mundial. En las aldeas y comunidades campesinas realizaban esta baja tarea los vergonzosos cartelones que ha descrito David.

20 de Febrero de 1942
Papá estuvo hoy en Kielce. Le dieron solo media ración de harina.  Por lo menos, algo hemos recibido.

En febrero de 1942, Ernst Kundst, gobernador del distrito de Radom, redujo a la mitad las raciones de viveres para la poblacion judía.  Hasta entonces cada uno había recibido cien gramos de pan y doscientos de azucar al mes.  Los nazis pretextaron que tal medida era causada por la falta de productos agrícolas, que debían abastecer los campesinos polacos.  En realidad esta restricción fue ordenada por la Oficina Central de Seguridad del Reich para iniciar el exterminio en masa de los judíos en los paises ocupados de Europa.

2 de Marzo de 1942
Papá fue hoy a Kielce a buscar mermelada y azucar.  No pudo traerlas porque no llevaba el trineo; el viernes irá nuevamente.  Sobre la deportación, no dijo nada nuevo.

A principios de 1942 comenzó en el distrito de Radom la concentración de los judíos en campos especiales, próximos a las conexiones ferroviarias o cerca de las grandes carreteras, con el objeto de facilitar su deportación a los campos de exterminio – fijados en esa zona para el otoño de ese mismo año.
Esta acción se cumplió en dos etapas.  La primera consistió en agrupar toda la población rural judía en ciertas localidades mas grandes, operación terminada en el verano de 1942.  La segunda etapa fue congregar a los judíos de los pueblos pequeños en lugares mas grandes cercanos a las vias del ferrocarril; según orden de Ernst Kundtz gobernador del distrito que exigía a los judios entrar en el ghetto, sirviéndose de carretas particulares.  Toda persona que ayudara o escondiera a un judío, sería castigada con la pena de muerte.  Para David la primera etapa corresponde al traslado de Krajno a Dodzentyn; la segunda, a Suchendniow.
8 de marzo de 1942
El presidente del Consejo de Ancianos envió un recado para que papá u otros fueran a Bieleny porque iban a desalojar a los judíos.
Volvieron al anochecer. Destinaron una o dos familias para cada vivienda, según el tamaño de las casas. Un judío riñó con papá pero en seguida hicieron las paces….

10 de marzo de 1942
… Fui a buscar la estufa que habíamos prestado pues, antes del viaje nos puede servir. En el pueblo casi todos nos compadecen. Algunos dicen que no quieren venir a vernos porque no pueden ver nuestra desgracia. …
Muchos campesinos vinieron a despedirse de nosotros. Al pensar que nos iríamos de aquí, salí al patio y estuve sollozando media hora. Cuando me calmé un poco, volví a entrar. Sólo quedaban dos campesinos que tenían intención de comprar el establo. Uno se puso de acuerdo con papá y prometió volver mañana.

11 de marzo de 1942
El carretero llegó cerca de las siete.  Colocamos los objetos sobre el trineo.  La casa habia cambiado tanto que parecía un tunel.   Lo que se compra en el campo es mas barato que en la ciudad y mientras estemos aquí hay que aprovisionarnos, despues será muy dificil.  Acompañe a mamá que cambio un mantel por alimentos con una campesina y compramos un poco de papas.  La casa estaba tan triste que ya tenía ganas de irme de aquí. La despedida fue muy triste. La tarde fue muy dura; papá, mamá y yo quedamos solos en la casa.

12 de marzo de 1942
Muy temprano vino el carretero por nosotros. El hombre engancho el caballo y yo fui adelante sin el brazalete.  Cuando salía, el dolor me impidió hablar.  Caminé tan de prisa que la carreta no pudo alcanzarme.  Marché cinco kilometros sin acordarme de nada.  Tenía miedo por lo que pasaría si alguien nos encontraba.  Gracias a D´os llegamos bien.

Desde el 1 de diciembre de 1939, el gobernador Hans Frank obligó a todos los judíos mayores de diez años a llevar encima de la ropa un brazalete blanco de diez centimetros de ancho, con una estrella de David boradad en hilo azul.

Antes de la guerra habitaban en la aldea de Bodzentyn cerca de 1.000 judíos, en su mayoría artesanos y pequeños comerciantes.  Durante la ocupación aumentó el numero de judíos a causa del traslado de las poblaciones y sitios vecinos. En 1940 habia 1.400 y en mayo siguiente, unos 13.700.  Por lo tanto, no es extraño que las condiciones de habitación e higiene fueran alarmantes y muchos murieran de hambre o enfermedades epidemicas.
En Bodzentyn no había ghetto, en el sentido de un barrio cerrado a todo contacto con el mundo exterior, pues en este distrito las autoridades de ocupación consideraban al ghetto, la aldea completa. 

28 de marzo de 1942
Las desgracias no vienen solas. Como si fuera poca nuestra miseria, como si no bastara con todo lo perdido, anoche rompieron las cadenas del establo para llevarse lo que guardábamos allí. Al despertar, oí a mi tía hablando del robo. Se llevaron tres gansos, quince kilos de trigo, cinco de harina y ocho panes. Solo faltaba esto para agravar nuestra situación. No dejaron siquiera un pedazo de pan. No pude dominarme, no pude decir nada.

10 de abril de 1942
… Nos visitó un granjero y nos contó que la hija de un antiguo vecino fue fusilada por estar en la calle pasadas las siete. Era hermosa como una flor .
Si a una joven así han podido matarla, debe estar cerca el fin del mundo. No hay día tranquilo. Mis nervios están por completo agotados. Cuando oigo hablar de una nueva desgracia, los ojos se me salen de las órbitas, me duele la cabeza, me siento agotado, me siento como si trabajara duramente. Y esto le pasa a todos. No es bastante que en la otra guerra los cosacos mataran a mi abuelo en presencia de mi padre, que tenía once años.  Ahora, cuando ve a un alemán, papá se pone tan nerviioso, que quisiera esconderse en cualquier grieta.


13 de abril de 1942
…llegaron a comprar nuestro armario.  De todos modos estorbaba y ahora tendremos mas espacio.  ¡Que consuelo! Alla tuvimos cuatro habitaciones, y aquí nos alegramos por ganar medio metro. Pero, ¡Qué le vamos a hacer! No estamos solos en esta situación…

16 de abril de 1942
…He aquí lo que pasa. Cuando hay un poco de esperanza, cuando un poco de sol brilla para nosotros, viene una tempestad y arrasa todo…

18 de abril de 1942
Desde hace mucho tiempo, no ha habido tan buen clima como hoy. Con libertad todo podría ser maravilloso. Pero no es posible salir ni a los alrededores de la aldea. Estamos encadenados como perros al muro…. A cualquier parte que uno vaya, en casa, en los cafes o en cualquier otro lugar, no se habla más que de las mercancías confiscadas o de lo que cada quien ha perdido.

24 de abril de 1942
… ¿Hasta cuando se podrán vender los objetos de la casa? ¿En qué podemos trabajar? ¡D´os permita que la guerra termine pronto! Si dura mas tiempo, nadie podrá sobrevivir; todos sucumbirán por el hambre y las torturas.

28 de abril de 1942
…… Mientras ibamos en la carreta me parecía que estaba regresando a casa. Y me dejé llevar por la ilusión. Poco después me di cuenta que no era más que un sueño y no era nada…. Después fui a mi antigua casa. Cuando entré, me pareció totalmente extraña, me costaba trabajo imaginar que vivimos allí hasta hace apenas seis semanas. Corrí con alegría por el viejo sendero. Nuevamente sentí que volvía a la casa donde me esperaban mis padres, donde estaríamos todos….

29 de abril de 1942
Ayer, cuando me acosté, era verano y hoy, al levantarme, ya es invierno. Cae tanta nieve como en los días de enero…. No conforme con mandar tantas penas, D´os nos envía un invierno heladísimo. Nos impiden cortar leña en el patio y nos hacen otras pequeñas vejaciones que no vale la pena mencionar. Pero ¿qué podemos hacer? Hay que sufrir y soportar todo en silencio.

30 de abril de 1942
Trajeron un quintal de papas que mi padre compró en Krajno ayer, al precio de 270 zlotys.  Antes de la guerra, con el mismo dinero podían comprarse cien quintales.  Traje de Krajno unas plantitas de puerro.  Hoy tuve tiempo y quise plantarlas en las macetas.  Antes de terminar, papa me llamó para que fuera a moler. Después regresó a casa.  Llegó furioso porque dejé la leña en desorden y comenzo a pegarme.  Traté de explicarle que no tuve tiempo de ordenarla y me pegó mas fuerte, sin ningun motivo. Me pegó tantas veces con la hebilla, que comencé a llorar mucho, más por la desesperación que por la cólera.  Me quedó todo el cuerpo lastimado.  Y después me mandó nuevamente a trabajar.  ¿Cómo iba a trabajar si no podía mover los brazos?  Si no estuvieramos en guerra, me iría de la casa,  aprendería un oficio cualquiera. Pero hoy no me queda más remedio que sufrir.  Papá no me quiere nada.  Me alimenta por deber, no por cariño.  No se habló mas de lo sucedido en casa.

2 de mayo de 1942
Por la noche vinieron los tios y hablaron de la golpiza que sufrí ayer. Mi padre insulta a mamá cuando ella interviene para defenderme.  Ayer tambien se pelearon.  Pewnsaba que cuando uno se casa, no es para pelear continuamente como mis padres.  Pero ¿de qué me extraño? Siempre he visto escenas así.

6 de mayo de 1942
Un día terrible. A las tres, me despertaron los golpes que sonaban en la puerta. Era la policía iniciando la redada. A pesar de todo no me asusté. Mi padre y mi primo están escondidos en Krajno. El tío abrió la puerta. Entraron dos policías, uno polaco y el otro judío. Comenzaron el cateo. …Se fueron, me dormí. Sentía un temblor parecido a la fiebre.
Horas después me despertó mi primo: mi papá había llegado. Me vestí rapidamente  pero al salir, supe que papá había huído otra vez ante el temor a la redada. Estaba descargando las papas cuando entró un policía. Salí corriendo. Alcancé a oir que gritaba “parate, ¿dónde están las papas?, a ver el resto” , y alguna otra cosa que no comprendí. Pensé que todo estaba perdido. Se llevaron el carro y las mercancías. Mi padre huyó: ¿qué haremos ahora? Se llevaron cuanto teníamos. En adelante no tendremos ni migajas de pan. Encontré aun amigo. Dijo que se llevaron a mi padre también. Entonces comencé a llorar. He perdido todo; ahora extraño a papá. Está enfermo. No puede vivir sin medicinas. Sería terrible que lo llevaran a un campo a trabajar….
El pánico es inmenso. Mamá se pasó el día suplicando que dejaran libre a papá. El convoy estaba en marcha. Pasaron cerca de mi. Grité: ¡papá, papá! ¿dónde estás? ¡Quiero verte otra vez! ¡Y lo vi sollozando en el último camión hasta que desapareció del camino. Sentí cuánto lo quería y cuánto me quería él a mí, y lamento lo escrito en el primero de mayo. Era mentira que él nunca me quiso, yo pagaré el no haber dicho la verdad…
Si D´os permite que vuelva, me portaré mejor con él..
Aunque nadie quiso ayudar a mamá recuperamos todo, con la ayuda de Dios, gracias a un gendarme alemán que es muy bueno. Sin él no tendríamos nada.
Mamá esta agotadísima por lo de hoy.  Parece que ha vivido, en un dia, cuatro semanas.  Me dormí llorando sólo de pensar que estaba en una cama, mientras papá tendría un lecho de paja en la barraca.  Y pensando esto me duele el corazón.

7 mayo de 1942
…andamos como locos y no hay segundo en que no pensemos lo que estará sufriendo mi papá.

El campo de trabajos forzados Hasag en Skarzysko-Kamienna fue establecido en Agosto de 1942.  Ahí confinaron a los judios de la población y otros de los pueblos cercanos, entre los cuales se hallaba probablemente el padre de David.
Se les obligó a talar bosques, construir caminos, descargar vagones y a servir en toda forma a los productores de maquinaria bélica nazi. Entre agosto de 1942 y Mayo de 1944 diez mil judios fueron asesinados sirviendo de blanco cuando ya estaban imposibilitados para seguir trabajando por la fatiga y las epidemias.

8 mayo de 1942
Se dijo que hoy harían una segunda redada…En la calle había gran silencio.  Vi llegar los camiones que se llevaron a mi padre…Comenzó la redada.  El pánico atravesaba la aldea. Todos huyeron hacia el bosque.  Supe que apresarían los de mi edad y me oculté en la casa de una vecina polaca.   Cualquier ruido me daba un miedo terrible. Regresé a casa, estuve solo tod el día. Partieron dos camiones llenos de detenidos.  Era viernes y fui a rezar.  Antes lo hacía con papá.  A veces alegre, otras no; pero siempre con él.  Vuelvo a casa.  Cenamos.  Miro el sitio de papá sin él ahí.  La pena me desgarra el corazon.

10 de mayo de 1942
La policia judía recibió orden de capturar a otros cincuenta y comenzó una nueva redada.  Me quedeé en casa y gracias a D´os no vinieron. En la tarde me entregaron una carta de papá que dice que ha escrito otras quince y que sigue con otros judíos en el campo de Skarzysko. … La carta de papá no es muy grande, apenas tiene una cuantas palabras, pero es mejor que no saber nada de el.  Nos dice que está bien de salud, que el trabajo es muy duro pero soportable, y que se preocupa terriblemente por nosotros.  Dice que se preocupa por mi, no sea que me vayan a agarrar en una redada; nos pide le enviemos aguardiente y pastas, que le escribamos, le mandemos una libra de pan y algun dinero por correo.  Indudablemente no recibió el paquete que le mandamos con el gendarme alemán porque no dice nada de ello.  Nos pide consigamos dinero para sacarlo de ahí aunque tengamos que vender cualquier cosa.  Hoy mamá ya no puede ir a buscar dinero, pero mañana lo pedirá prestado donde pueda.

11 de mayo de 1942
Mamá fue a ver si podia vender o empeñar un corte de tela para abrigo.  Volvió y pidió prestado dinero y se lo dio a aquella mujer.  La mujer recibió el dinero de otras personas y se fue.  … papá dice que está bien… En la mañana se levantan a trabajar (no dice exactamente en qué).  Trabajan doce horas, de las seis a las seis.  Es muy desagradable estar ahí, nos escribe y nos dice: : ¨Mis queridos hijos, sed dóciles y obedientes con mamá¨.  Esta última frase me ha entristecido.  D´os permita que él regrese pronto… La policia judía continua la redada, y he pasado todo el día en casa de un amigo polaco, por miedo de quedarme en la nuestra.

14 de mayo de 1942
Cuando mamá iba por la calle, la llamó uno del Consejo y le dio un paquete de papá.  …trae ropa sucia de papa y mis primos.  Papá nos dice que le molesta mucho no recibir cartas ni paquetes ni dinero.  Parece que no le han entregado nada.  Me dice que me esconda porque seguirán las redadas; me aconseja me vista de mujer… nos pide que vendamos algo y lo salvemos lo mas pronto posible.  Lloré mucho mientras leía esta carta, esta carta tan triste.  Al leer sus cartas, pensé que nosotros estamos en libertad, una libertad así se la deseo al perro, pero estamos mejor aquí que papá allá y el no tiene ni siquiera un pedazo de pan para comer.  ¡D´os mío! Todo esto es terrible.


15 de mayo de 1942
A las cuatro de la mañana llegaron varios camiones. ¡Creímos que ya nos iban a deportar. De miedo, sentí un dolor terrible en el estómago y tuve que salir… Nadie salió a la calle. Todos se morían de miedo. Algún tiempo después, vi por la ventana una carreta llena de alemanes que pasaba frente a mi casa… Supe que la policía judía estaba en la casa de mi tío pretendiendo llevarse un armario por falta de pago de un impuesto que debía darse al Consejo Judío. Cuando subían el armario a una carreta, en un arranque de cólera mi tío lo detuvo. El policía le dio un empellón y comenzaron a pegarse. Los gendarmes alemanes llegaron enseguida y comenzaron a disparar al aire. Las balas silbaban alrededor de mi cabeza…
El pánico fue terrible durante los disparos; todos pensaron que se acababa el mundo….

21 de mayo de 1942
A las ocho y media llegó un carro con los judíos.  Cuando lo ví mi corazon comenzó a latir porque papá podría estar adentro. Me acerqué al carro, pero no lo vi.  Comencé a llorar porque llegó mucha gente y papá no. Papá nos envió algunas cartas con sus amigos haciendo nuevas peticiones. Nos habíamos olvidado que hoy era el primer día de Shavuot (día de entrega de la Tora). Es el primer día de fiesta que pasamos sin papá y no solamente no está con nosotros sino que lo tienen en un campo.

22 de mayo de 1942
Mientras rezaba, extrañé mucho a papá. Vi a otros niños al lado de sus padres que respondían a todas sus preguntas. ¿ A mi quién va a explicarme? Sólo Dios puede indicarme el camino recto… Jamás he sentido tanta desdicha y soledad . La oración era el momento de ponerme en paz. Quiera Dios que papá vuelva pronto y sano.

27 de mayo de 1942
…recibimos una carta de papá.  Pide que le mandemos ropa blanca.  Pregunta por qué no le escribimos a menudo, nuestras cartas le dan tanto gusto que las lee varias veces al dia… Mañana se presentará ante la Comisión porque ya no puede trabajar.  Pide que le mandemos comida y no dinero, porque allí todo cuesta caro.  …Quiere saber enque forma conseguimos dinero, dice que si supiera que tenemos todo lo necsario estaria mas tranquilo porque pasas las noches en blanco pensando esto.

1 de Junio de 1942 – Dia de alegría
Esperabamos hoy una carta de papá, pero solo recibimos una tarjeta de mi primo y nada mas.  Hicimos un paquete con muchas cosas.  En la tarde oí el ruido de un motor y unos cantos.  Pensé que los judíos regresaban de Sakrzysko.  Ciertamente eran ellos.  De lejos vi como saludaban con las manos; vi a papá agitando el sombrero. Corrí tras el camión tan rápidamente que llegu;e a la plaza casi al mismo tiempo. Levanté las cosas de papá y de tanta alegría no lograba saludarlo.   Sólo quien ha vivido algo semejante puede imaginarse nuestra alegría.  …La casa se llanaba de gentes, todos venían por noticias del campo de concentración… es muy dificil describir todo lo que contó papá… disciplina insoportable; el que no canta no lleva el paso de la marcha y recibe latigazos; levantarse cuatro de la mañana y suspenden trabajo a las 5 de la tarde; durante 13 horas esta prohibido sentarse o te muelen a palos.  Es imposible describirlo todo.  Papa no terminaba de contar; lo escuchamos hasta las dos de la mañana.  Su aspecto no es del todo malo porque comía lo suficiente.
Toda esta alegría me ha hecho olvidar lo mas importante y lo mas terrible.  … una madre judía y su hija salieron al campo a buscar alimento… se encontraronc con unos alemanes que les dieron alcance.  Fueron fusiladas.  Quien

Aquí se interrumpe el diario de David Rubinowicz

Nota: En septiembre de 1942 , probablemente entre el día 15 y 21, la población judía de Bodzentyn fue conducida a pie hasta Suchedniow. Los ancianos, las mujeres y los niños viajaban en carretas los 25 kilometros mientras los gendarmes y policias maltrataban bestialmente a los infelices, obligándolos a culetazos a mantener el ritmo de la marcha.
Al mismo tiempo reunieron ahí a 600 judios de Blizyn, 350 de Zamsonow y otras poblaciones.  En total, concentraron cerca de 5.000 judios.
El día 21 de septiembre (Dia de Iom Kipur-dia mas importante del calendario judio por el ayuno de 25 horas) introdujeron en vagones a 4500 judíos. Fueron transportados al campo de exterminio de Treblinka donde se confinó a todos los judíos del distrito de Kielce. Más de 350.000 judíos de Kielce y Radom fueron asesinados en las cámaras de gas.
Por documentos encontrados se conoce lo ocurrido con los judíos de la aldea de David, quienes fueron exterminados en Treblinka. Es posible afirmar que el pequeño David pereció con sus compañeros de infortunio el día 22 o 23 de septiembre de 1942.



Notas Adicionales de David Rubinowicz



David Rubinowicz había nacido el 27 de Julio de 1927 en Kielce.  Tenia un  hermano menor llamado Hershel y una hermanita llamada Malka.  Sus padres se llamaban Josek y Tauba.

Los cinco compartían una pequeña casa de madera en la calle principal de Krajno.  Los Rubinowicz eran campesinos, no muy diferentes de sus vecinos, la única diferencia era que eran judíos. Josek Rubinowicz era lechero, tenia una vaca y una carretilla junto con una pequeña tienda. Un año después de la invasión de los Alemanes, la lechería no existía, la vaca había sido vendida para que los alemanes no la cogieran y eso hizo que la familia fuera aun mas pobre.
Los Rubinowicz habían vivido en Kielce antes de mudarse a Krajno.  Allá tenía David un tío  a quien  visitaba con frecuencia.
Así como en muchas ciudades y pueblos de Polonia, Kielce tenia una gran población judía.  En 1939 uno de cada cuatro personas, era judío.  En Abril 4 de 1940, David fue a visitar a su tío nuevamente.  Se levantó mas temprano de lo usual y partió hacia Kielce después de desayunar.  En su brazo derecho, tenia puesto el “brazalete blanco de cuatro pulgadas con la estrella de David” que todos los judíos a partir de la edad de 10 años debían usar, siempre y  bajo la pena de ser encarcelados. Debido a que los judíos tenían prohibido viajar en vehículos, David caminó.

El 24 de Marzo de 1941, David se paró en la ventana y vio a los soldados pasar.

“Mi cabeza era un torbellino viendo tantos vehículos y caballería.  También se movía mucha artillería pesada.  Era divertido…Nosotros casi nunca veíamos soldados en nuestro pueblo.”

La diversión no duró mucho.  Unos meses mas tarde David estaba en su casa solo cuando un militar alemán entro en ella, buscó en “cada esquina”, y anunció que su padre debía presentarse para reportarse ante la milicia.  Sus padres fueron.

Alguien le dijo que su padre había sido llevado bajo “custodia temporal”   así que "David corrió a casa con las malas nuevas. " En esos momentos, sus tíos y su abuela vivían con ellos. "Todos se alarmaron.  Mi tío fue a la milicia inmediatamente, y la tía también.  Nosotros los niños nos quedamos  solos, excepto por la abuela.  No comimos nada; y a las doce de la noche, nos fuimos a dormir. "
Josek y Tauba habían sido llevados a la cárcel pero fueron liberados al día siguiente.
El 17 de Junio de 1941, un día después de que Josek y Tauba fueran encarcelados, los Rubinowicz escondieron sus pertenencias de valor, ropa de cama y prendas de vestir.

Para los Rubinowicz cada alemán era un cínico, pues el alemán podía hacer lo que quisiera: robar, golpear, matar y no tendría que responder por sus actos.  El 1 de Noviembre de 1941, llegaron noticias en Kielce que anunciaban la pena de muerte para cualquier judío que saliera o entrara en el ghetto sin permiso.  El edicto fue promulgado en todos los ghettos del Gobierno General,  como había sido nombrada el área que antes era Polonia.  Poco después, David vio que los asesinatos se aumentaron y su temor se incrementó.

En Marzo de 1942, los Rubinowicz fueron obligados a mudarse a Bodzentyn, un pueblo cercano.

El cambio mas grande en la vida de David fue el anuncio de Enero de 1942.  Mientras estaba sentado cerca de la ventana  "mirando el viento soplar por los campos", el vio el pregonero del pueblo y "se acercó para saber que nuevas traía". Lo que escuchó lo hizo volver corriendo a casa: "Todos los judíos iban a ser evacuados de sus aldeas."

La "Evacuación" de los judíos había comenzado prácticamente desde la invasión de los alemanes, hacia casi dos años y medio, pero hasta ese momento los Rubinowicz se habían salvado. "Ahora nos tocó el turno de sufrir", pensó David. "Cuanto tiempo, solo D´os lo sabe".  Cinco días después de saber que siete familias judías de Krajno fueron "evacuadas", el alcalde de Krajno vino a la casa.  Papa trajo vodka y ellos se lo tomaron todo juntos pues el clima estaba un poco frio".  El  alcalde dijo "todos los judíos deberían ser asesinados porque son enemigos, y también dijo otras cosas  que dejaron a David perplejo. "Ojalá yo pudiera escribir una parte de todo lo que el alcalde ha dicho en nuestra casa, pero no puedo".
Josek se dedicó durante los últimos meses que estuvo en Krajno, intentando frenéticamente, pero sin resultados, tratando de convencer el consejo Judío regional de posponer sin lograrlo,  su "reasentamiento". El consejo Judío administraba los asuntos de la comunidad judía; había sido creado por los nazis y solo les respondía a ellos. "Nos hemos puesto en las manos de D´os y estamos listos para lo que sea" , escribió David al final de este periodo.


Los Rubinowicz vendieron los artículos que ya no iban a necesitar; recuperaron la estufa de hierro que habían prestado; trajeron leña e hicieron mandados; se pusieron en el medio de un costal de papas ("es siempre mas barato comprar cosas en una aldea que en un pueblo") y David "corto la dotación de madera para el establo por algunos días".

Cuando llegó el día de "ser relocalizados", se puso de manifiesto lo bueno que Josek y su esposa, Tauba habían hecho por la aldea.  Los vecinos recordaron lo dispuestos que ellos estuvieron a ayudar a cualquiera, fuera judío o no judío. "Casi no hay nadie en nuestro pueblo que sienta compasión por nosotros", escribió David en su diario en Marzo 10 de 1942. "Muchos ni siquiera quisieron venir a vernos –ellos dijeron que no querían ser testigos de la desgracia de otras personas". Pero otros vinieron de todas formas y desearon lo mejor.  "No hay nadie en nuestra aldea que no este triste por nosotros".

Los vecinos de David no se comportaron como los polacos de la leyenda, odiadores de judíos.  Su diario esta lleno de casos en los que los polacos ayudaron a los judíos.  Los polacos, en repetidas ocasiones alertaron a los judíos cuando los alemanes estaban cerca y en busca de sangre y con mucha frecuencia David se metió en casas de campesinos para mantenerse fuera de las garras de los nazis.  Esto fue cierto en Bodzentyn y en Krajno.
Poles repetidamente alertados Judíos cuando los alemanes estaban fuera de la sangre, y con la misma frecuencia David se metió en casas campesinas de mantenerse fuera de las garras de los alemanes. Esto fue cierto en Bodzentyn así como en Krajno. En los días siguientes y  llenos de tensión de Mayo, y cuando la milicia alemana, la policía polaca, e incluso la policía judía estaban deteniendo a Judíos para trabajos forzados en los campos de trabajo, David siempre confió en la ayuda de los no-Judíos para evitar ser capturado .
  
Al día siguiente un hombre vino con una carreta y los Rubinowicz cargaron sus cosas. "Cuando la carreta había partido, la casa quedó vacía como un túnel".  David se despidió de sus tios que se habían quedado con ellos.  Pero ellos irían a Bieliny así que les ayudó a cargar sus cosas también.

Después de que la casa se había desocupado, David deseó haber partido.  Marzo 12 es la fecha.  Temprano en la mañana, David y su padre fueron a conseguir una carreta.  Una hora mas tarde un campesino vino con un caballo. David caminó unas 6 y media millas entre Krajno y Bodzentyn en una carrera llena de emociones.

La ultima entrada en el diario de David es el 1 de Junio de 1942. La entrada se interrumpe en la mitad de una frase.  Si continuó escribiendo en su diario durante los tres y medio meses en que los Rubinowicz lograron mantenerse con vida antes de ser gaseados, no lo sabemos.

Entre Septiembre 15 y 21, los judíos de Bodzentyn y aquellos que fueron traídos de pueblos cercanos, unos 5.000 en total, fueron obligados a caminar las 15 millas que hay entre Bodzentyn y Suchedniow. 
El lunes, 21 de Septiembre, día de Yom Kippur, 4.500 de ellos fueron hacinados en trenes para ganado para ser llevados a Treblinka, el campo de exterminio situado a 35 millas al noreste de Varsovia.

Un documento anexado a la edición polaca del diario, muestra las listas de los horarios de los trenes de las ultimas semanas de Septiembre.  El horario 587 informaba a los empleados de los trenes sobre un numero especial de trenes que debían estar disponibles para transportar a los trabajadores del distrito de Radom, el distrito en el cual esta el pueblo de Suchedniow.  El tren que llevó a David a Suchedniow a las 4.18 p.m. el 21, un lunes, llegó a Treblinka a las 11.42 a.m. del día siguiente.  Un año después, de Julio de 1942 a Septiembre de 1943, en Treblinka desaparecieron 850.000 judíos 

"La historia de David es una de muchas.  Mas de un millón y medio de niños judíos fueron asesinados por los Nazis durante la segunda Guerra mundial.  Cerca del final, los Nazis ni siquiera se molestaron en gasearlos a ellos primero; ellos fueron tirados vivos a los hornos.  Una de las preguntas que fue hecha a Eichmann durante el juicio de Guerra en Jerusalém fue, Como ustedes sabían que estaban muertos cuando los tiraron en los hornos? "  Eichmann replicó con una sonrisa, "Cuando dejaban de gritar…"

David tenia 14 años cuando el y su familia desaparecieron.  Lo cierto es que el y su familia encontraron la muerte en el campo de exterminio Treblinka.  David comenzó su diario cuando tenia 12 años y es una experiencia desgarradora conocer su historia.

Su diario fue encontrado después de que terminó la Guerra entre los escombros que los Nazis dejaron en Polonia. Se ha convertido en una de las piezas de la literatura judía en el mundo de hoy.  Los niños judíos de esa época crecieron solo para conocer la sed por la paz y el hambre para sobrevivir.  La corta estatura de David refleja el hambre y la mala nutrición que tuvo que soportar en las manos de sus enemigos que sintieron que David no tenia el derecho a existir porque era judío.

"David Rubinowicz – había nacido en Julio 27 de 1927 en Krajno, Polonia.  Había recién hecho su Bar Mitzvah cuando los alemanes empezaron a deportar a los judíos para ser "reubicados".  El y su familia fueron llevados al Ghetto de Varsovia en Marzo 21 de 1940.  David se unió a la Resistencia y ayudó a mantener a su familia viva mientras robaba.  Inicio su diario en 1940 y en el grabó las escenas de las que fue testigo en el ghetto.

David Rubinowicz – fue deportado a Treblinka en Septiembre de 1942, como parte de los 5,000 judíos que eran la cuota requerida.  Murió ahí con toda su familia.


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